Mateo 5, 20-26: El proceso
Reflexión diaria del Evangelio por el P. Luis Zazano - En podkast av Misioneros Digitales Católicos

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1) Matar: En estos últimos tiempos la gente tiene la capacidad de matar fácilmente con la lengua. Parece que no hay límites, y todos hablamos de todos, y hasta incluso no nos hacemos cargo del asesinato que cometimos porque podemos destruir la vida de una persona en minutos. Recuerdo una vez que trabajaba para acercar un profesor a una institución educativa. Siempre lo veía aislado y solo. Daba su clase y se iba. Era excelente profesor, pero siempre solo. Hasta que un día le pregunté: “¿por qué siempre solo?”, y su respuesta fue: “porque hace 5 años una religiosa habló que yo traté de tocar a un niño, me juzgaron y hasta casi me corren. Después se comprobó que no era cierto, y hasta la hermana dijo que ella no había dicho eso, pero, en el transcurso del tiempo, mis compañeros y la institución me dieron la espalda, hace 20 años que trabajo aquí, de manera intachable, pero basta un mal comentario para que a uno le destruyan la vida”. Fue durísimo, pero entendí allí porqué él era así. 2) Antepasados: Es necesario tener en claro en dónde estamos parados, pero también hacernos cargo de esta situación que afrontamos, porque podés destruir la vida de alguien en un solo instante. Lo que la difamación hace puede destruir tu buena fama en minutos, es como una bomba atómica, porque destruye y deja marcas de por vida. 3) Ofrenda: No dejes de hacer el bien y entrega todo a Dios. Aunque haya personas que quieran matarte en vida y hasta incluso personas que te han destruido la vida. Tu vida es importante y la verdad siempre sale a la luz. No dejes de ser una persona entregada a Dios y deja que la obra de Dios tenga su última palabra. ¡Ánimo! Porque muchos podrán difamarte, pero mientras creas nadie podrá matarte. Algo bueno está por venir.