Las 3 grandes limitaciones entre tú y lo que quieres
Ponte al Mando | Desarrollo y Crecimiento Personal - En podkast av Mónica García
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¿Qué diferencia a las personas que acaban consiguiendo vivir la vida que desean o alcanzar sus sueños de las que no? Ciertamente no es que sean más capaces o estén hechos de una pasta diferente. Lo que les diferencia, principalmente, es que no se ponen la zancadilla a ellos mismos. Así es, muchos de nosotros, de forma inconsciente, nos ponemos a nosotros mismos limitaciones que no son reales. Les damos poder a estas limitaciones y se vuelven en contra nuestra. Conocer cuáles son, hacernos conscientes de ellas, es el primer paso para que dejen de tener el poder que les concedemos. Así que aquí van: Primera Limitación: Ver el presente o el pasado como prueba de lo que podemos conseguir en nuestra vida. Lo que ha ocurrido hasta ahora no es prueba alguna de lo que somos capaces de hacer o de lo que podemos conseguir en un futuro. No te dejes engañar por esta parte de ti. Qué hacer: enfócate en la dirección de lo que quieres y hazte las preguntas: ¿cuál es el siguiente paso que puedo dar? y ¿quién me puede ayudar? Recuerda que cuentas con la capacidad de aprender, con la fuerza de voluntad, la perseverancia, la creatividad, personas que ya saben lo que hay que hacer y te pueden enseñar… es cuestión de que digas sí a lo que quieres y vayas dando pasitos. El pasado, pasado está. Crea un futuro que cuando se vuelva pasado y te vuelvas a verlo, te haga sentir orgulloso de ti. Segunda Limitación: Esperar a pasar a la acción a cuando estés preparado o a cuando las condiciones sean las adecuadas Si haces esto muy probablemente nunca des el paso. ¿Qué significa estar preparado? ¿Sentirse seguro? Cuando avanzamos hacia lo desconocido es normal que una parte de nosotros se sienta insegura, pero esa no es razón para dejar de avanzar. Qué hacer: dejar de ver la incomodidad que produce la inseguridad o el miedo como excusa para no avanzar y pasar a la acción incluso en presencia de esta incomodidad. No es necesario que se vaya la sensación de nervios o miedo para avanzar y, ciertamente, no es necesario que todo esté colocado en el lugar que creemos más adecuado. Esta forma de pensar sólo es una forma de evitar pasar a la acción y mantenernos en la zona de confort. El único problema es que quedarnos ahí no es nada cómodo y nos recuerda 1) que nuestros sueños son inalcanzables, 2) que no somos capaces o que no nos atrevemos a avanzar. Quedarse en la inacción alivia momentáneamente la incomodidad y los nervios de salir a lo nuevo, pero alimenta la creencia a largo plazo de que no soy capaz. Tercera Limitación: Tomarse la vida en serio Cuando nos tomamos las cosas en serio perdemos perspectiva, claridad, elevamos nuestro nivel de estrés e incluso hacemos que la situación parezca más difícil de lo que es. Qué hacer: una de las frases que recuerdo de mi madre es “todo tiene solución menos la muerte”. Abre la perspectiva para ver que no es tan grave lo que está pasando. Que la vida es algo más que solucionar problemas, y sobre todo, que la vida siempre es más grande que el problema que estás viendo. Abre la perspectiva, recuerda lo que sí te va bien, lo que sí funciona en tu vida. Aprecia la belleza a tu alrededor, las personas que te quieren y comparten contigo. Despierta la calma y la paz dando un paseo en la naturaleza o lo que sea que te ayude a despertar la paz en ti y luego vuelve a mirar esa situación. Asegúrate de que añades humor a tu vida. El humor es una de las mejores perspectivas que podemos encontrar y que nos reconecta con algo muy valioso, la alegría de vivir. A partir de ahora si aparecen alguna de estas limitaciones espero que te pares a verlas, las mires a los ojos, sonrías y digas: hoy el poder lo tengo yo. Recuerda que eres luz así que sal ahí fuera y brilla. Mónica Conoce mi trabajo: http://www.elfactorhumanoburgos.com/ y mis cursos Online con os que puedes trabajar a tu propio ritmo: https://monica.mykajabi.com/