Fotografía gastronómica plástica. Nuevo Reto

Hoy os traigo un reto, una idea tan sencilla de exponer como compleja de llevar a cabo. Se trata de realizar una fotografía de comida, una sesión de fotografía gastronómica en la que el resultado final sea una foto que pueda quedar bien en el salón de casa. Es decir, una fotografía con más contenido visual que conceptual, aunque sin olvidar este último, por supuesto. Aprovechando que tenemos el curso general de fotografía gastronómica ya disponible en la web para todos los suscriptores, he pensado que estaría genial hacer un reto de este tipo. https://youtu.be/TI5QebPK6lM Reto de fotografía gastronómica plástica o visual La idea es la siguiente: Durante todo el mes de octubre y noviembre vais a poder realizar vuestras fotografías gastronómicas con este estilo. Yo también me apuntaré al reto, no tengo ni idea de qué voy a hacer, pero a finales de noviembre o principios de diciembre, haremos una emisión en directo en la que comentaremos vuestras fotos y os enseñaré a ver qué he hecho yo. Me podéis mandar las fotos a través de Wetransfer, Dropbox o Google Drive a [email protected] Pero vamos a hacerlo un poco más interesante, vamos a compartir en Instagram las historias de cómo estáis haciendo las fotos, algo así como un Behind the Scenes o BTS. Estaré encantado de verlo, así que podéis etiquetarme con el usuario josebarcelo_com Sortearemos algo, todavía no se el qué, pero algo sortearé entre todos los participantes. Vamos a explicar un poco más a qué me refiero La idea es hacer una o más fotografías que más allá de parecer una fotografía sacada de un libro de recetas o de la decoración de una cafetería o restaurante. conviertan la comida en arte. Cuando digo que en este caso tenemos que centrarnos en el aspecto visual de la imagen más que en el conceptual, me refiero a que podemos combinar alimentos de cualquier tipo sin ninguna relación entre ellos, sólo porque quede bien la combinación de formas, colores o texturas. No es simplemente una foto bonita, sino que buscamos una foto que le saque un WOAW a nuestros invitados cuando entren en el salón de casa y que incluso se tengan que parar a mirar la foto para descubrir que realmente es comida lo que están viendo. Qué podemos tener en cuenta Algo chulo a la hora de afrontar un reto como este, sería el de tener claro dónde irá colgada la fotografía una vez impresa. Si la vamos a colgar en la cocina, en el salón o en el comedor, puede ser muy diferente. Si sabemos dónde irá colgada, expuesta, sería genial tener en cuenta el estilo y los colores de ese lugar a la hora de diseñar nuestras fotografías plásticas. Por decirlo de alguna forma, si tenéis el salón todo con colores muy claritos, blanco y azul pastel por decir algo y de repente hacéis una foto para colgar en el salón con un amarillo canario, pues como que no encajará mucho y romperá toda la estética. Sin embargo si las fotografías que hacéis van dentro de esos tonos, seguro que queda genial al colgarlo en vuestro salón. También por supuesto hay que tener en cuenta el tamaño. Si tenéis un salón pequeñito, podéis imprimir la foto al tamaño que queráis, pero tiene que caber en la pared. Además, si no hay mucho espacio, esa foto se verá de cerca, con lo que si os pasáis de tamaño, será difícil contemplarla en su conjunto y sólo podremos fijarnos en detalles de las distintas partes.