1248 - Habacuc 2. El justo por la fe vivirá. Hab 2:4
Descansando en Dios - En podkast av Francisco Atencio
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1248 – Hab 2:4 – Habacuc 2. El justo por la fe vivirá. He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. Con la respuesta de Dios dadas en Habacuc 1:5-11, el profeta Habacuc quedó en un dilema peor que al inicio y usó figuras literarias para preguntar: Por qué Dios: ¿Utilizaría a un pueblo impío? (Hab 1:12-13). ¿Respaldaba a la gente injusta? (Hab 1:14-15). ¿Perdonaría a la gente idólatra? (Hab 1:16-17). La expectativa de Habacuc fue: “Velad” “Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.” (Hab 2:1). Habacuc se posicionó como un guarda o centinela que observa desde la torre del vigía para detectar las primeras señales cuando se acerca un enemigo. “Mi queja.” Reconoce que se está quejando y velará … para ver lo que Dios le diría. I. El justo por su fe vivirá (Hab 2:2-5). “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.” (Hab 2:2-3). Habacuc recibe la orden de escribir la profecía “para que corra el heraldo (mensajero) que leyere en ella.” El mensajero debía leerla y después correr para pregonar las nuevas a otros. Las palabras que Dios dijo a Habacuc fueron reconfortantes: Debía confiar en Dios porque la profecía apuntaba hacia una meta futura. “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.” (Sal 27:3). Dios dictamina: “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá” (Hab 2:4). Dios dictó sentencia sobre Babilonia por su actitud soberbia, orgullosa: “su alma no es recta, se enorgullece.” Por su arrogancia iba camino a la destrucción. Porque “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.” (Pr 16:18). Pero enseguida, Dios declaró que el justo, en drástico contraste, por su fe vivirá. La frase clave “mas el justo por su fe vivirá” brilla como un diamante entre un montón de escombros. Insertada en medio de la declaración de severa condena de Dios contra Babilonia, encontramos esta brillante revelación del favor, la gracia de Dios que se cita tres veces en el NT (Ro 1:17; Gá 3:11; He 10:38). En el NT, la palabra “vivirá”, tiene un significado más amplio que en Habacuc. Significa que esa persona disfrutará de la salvación y la vida eterna. “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),” (Ef 2:4-5). II. La endecha de Dios (Hab 2:6-20). Habacuc escribió una canción de burla, una sátira provocadora para describir la destrucción que caería sobre Babilonia anunciada por Dios a través de una endecha, canción fúnebre, de cinco estrofas de tres versos cada una que inicia con un “ay” de juicio en Hab 2:6, 9, 12, 15, 19. E1. El ay contra la intimidación (Hab 2:6–8). “¿No han de levantar todos éstos refrán sobre él, y sarcasmos contra él? Dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Hasta cuándo había de acumular sobre sí prenda tras prenda?” (Hab 2:6). El primer “ay” compara a los babilonios con un usurero, extorsionador, sin escrúpulos que presta bajo condiciones leoninas. Babilonia había acumulado y multiplicado sus ganancias explotando sin misericordia la riqueza de otras naciones. El saqueador sería saqueado, pues aquellos a quienes había despojado, se levantarían contra ella de manera repentina para quitarle todo. E2. El ay contra la intemperancia (abuso, exceso) (Hab 2:9-11). “¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal!” Los babilonios se valieron de sus saqueos para engrandecerse. Para exaltarse a sí mismos pisotearon a otros.
