1244 - Nahum 1-2. La fidelidad de Dios. Nah 1:15

Descansando en Dios - En podkast av Francisco Atencio

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1244 – Nah 1:15 – Nahum 1-2. La fidelidad de Dios. He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo. Hacía sólo cuarenta años, Jerusalén había experimentado la fidelidad de Dios cuando derrotó a Senaquerib en forma milagrosa (Is 37:36; 2Re 19:35). Nahum dijo al pueblo, “Ustedes van a ver otra manifestación de la fidelidad de Jehová, el Dios del pacto. Sus opresores serán destruidos y gozarán de la libertad.” Este pasaje de Nahum 1:9-2:2 enseña que Jehová iba a destruir a Nínive basado en su fidelidad a su pueblo. Cuando Dios promete algo, lo cumple al pie de la letra, “porque todas las promesas de Dios son en Él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.” (2Co 1:20). Dios es fiel a su: 1. Persona. 2. Pacto (promesas). 3. Pueblo. En Nahum 1:9–2:2 hallamos seis mensajes o predicciones. Tres de ellos se dirigen a Nínive y tres a Judá. Los seis mensajes de Dios se van alternando entre los dos pueblos: Nah 1:9-11 se dirige a Nínive mientras que Nah 1:12-13 son para Judá. Nah 1:14 se refiere a Nínive y Nah 1:15 a Judá. Nah 2:1 tiene que ver con Nínive y Nah 2:2 con Judá. Los mensajes al enemigo enseñan que sería destruido mientras los mensajes al pueblo de Dios comunican que este último sería liberado. “Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.” (Jer 20:11). En estos seis mensajes encontramos dos atributos aparentemente contradictorios de Dios. Su severidad al enviar a Nínive los mensajes de destrucción, asolamiento y perdición. Su bondad se evidencia en los mensajes a Judá, los cuales se refieren a la liberación, celebración y restauración. En ambos casos, Jehová se muestra fiel a su persona, sus promesas y a su pueblo. El Señor tuvo que destruir Nínive porque es fiel. “Porque recta es la palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con fidelidad.” (Sal 33:4). “Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.” (Sal 36:5). A. Primer mensaje a Nínive y a Judá (Nah 1:9-13). Primer mensaje a Nínive (Nah 1:9-11). “¿Qué pensáis contra Jehová? El hará consumación; no tomará venganza dos veces de sus enemigos. Aunque sean como espinos entretejidos, y estén empapados en su embriaguez, serán consumidos como hojarasca completamente seca.” (Nah 1:9-10). Nahum usa un símil para describir que la destrucción de Nínive sería total incluyendo su rey “el consejero perverso”. No se salvarían, aunque su ejército era numeroso, como espinas entretejidas, con falsas fuerzas, como ebrios, serían consumidos como la hojarasca. Primer mensaje a Judá (Nah 1:12-13). “Así ha dicho Jehová: Aunque reposo tengan, y sean tantos, aun así serán talados, y él pasará. Bastante te he afligido; no te afligiré ya más.” Para Judá se daría la liberación del opresor. Los asirios serían eliminados y el tiempo de disciplina acabaría. Aprendemos que Dios tiene control de todo porque es soberano. La aflicción de los asirios era permitida por Dios. El escritor a los hebreos advierte: “Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?” (He 12:9). B. Segundo mensaje a Nínive y a Judá (Nah 1:14-15). “Mas acerca de ti mandará Jehová, que no quede ni memoria de tu nombre; de la casa de tu dios destruiré escultura y estatua de fundición; allí pondré tu sepulcro, porque fuiste vil.” En el segundo mensaje a Nínive, la promesa de su destrucción, pasa de lo general a lo específico. Dios promete tres cosas concretas a Nínive: P1. Su nombre se olvidaría. La ciudad sería totalmente olvidada.