1158 - Jeremías 21-23. Profecia contra los reyes. Jer 21:5

1158 – Jer 21:5 - Jeremías 21-23. Profecía contra los reyes.Pelearé contra vosotros con mano alzada y con brazo fuerte, con furor y enojo e ira grande.El relato de la oposición de Pasur en Jeremías 20:1-6 actúa como un puente en el libro de Jeremías. A través de una serie de nueve profecías generales sin fecha, el profeta había denunciado el pecado de Judá, advertido contra el juicio inminente, y ofrecido esperanza al pueblo si se arrepentía. Aunque había tenido oposición (Jer 11:18-23; 12:6; 15:10; 17:18; 18:19-23), no había sufrido persecución física. Ahora sus profecías en Jer 21- 25 se dirigen a individuos o grupos específicos, y la esperanza de arrepentimiento de Judá se sustituye por la seguridad en que el juicio divino vendría. Las cuatro profecías específicas contra Judá no están en orden cronológico y son: Profecías contra los reyes (Jer 21:1–23:8). Reprensión a los falsos profetas (Jer 23:9-40). Las dos canastas de higos (Jer 24). Los setenta años de cautiverio en Babilonia (Jer 25). “Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor.” (Sal 2:10-11).I. El mensaje a Sedequías (Jer 21:1–22:9). “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, cuando el rey Sedequías envió a él a Pasur hijo de Malquías y al sacerdote Sofonías hijo de Maasías, para que le dijesen: Consulta ahora acerca de nosotros a Jehová, porque Nabucodonosor rey de Babilonia hace guerra contra nosotros; quizá Jehová hará con nosotros según todas sus maravillas, y aquél se irá de sobre nosotros.” (Jer 21:1-2). Sedequías fue el último rey de Judá. Era uno de los cuatro descendientes del buen rey Josías que reinaron antes de la caída de esa nación. Sedequías presenció las consecuencias trágicas que trajeron a sus antecesores por la desobediencia e idolatría, pero siguió por el mismo camino. La respuesta de Dios, dada a través de Jeremías, era un mensaje que Sedequías no quería escuchar “se acercaba un período de juicio y cautividad.” Dios mismo vencería al pueblo rebelde. Dios dijo: “Pelearé contra vosotros con mano alzada y con brazo fuerte, con furor y enojo e ira grande”. Jehová contendería contra ellos porque estaba del lado de los babilonios (Jer 21:3-7). La muerte o la vida. Dios les pide que se rindan a sus captores porque solo así podrían sobrevivir y los que insistieran en pelear serían eliminados (Jer 21:8-10). Luego en Jer 21:11-22:30 describe los resultados de no someterse al enemigo. “El (Dios) es sabio de corazón, y poderoso en fuerzas; ¿Quién se endureció contra Él, y le fue bien?” (Job 9:4).II. El mensaje a Joacaz (Jer 22:10–12). “No lloréis al muerto, ni de él os condoláis; llorad amargamente por el que se va, porque no volverá jamás, ni verá la tierra donde nació. Porque así ha dicho Jehová acerca de Salum hijo de Josías, rey de Judá, el cual reinó en lugar de Josías su padre, y que salió de este lugar: No volverá más aquí,” (Jer 22:10-11). Salum es otro nombre dado a Joacaz. Fue hijo de Josías, y reinó en lugar de Josías su padre en 609 a.C., después que Josías perdió la vida en batalla contra el faraón Necao II (2Re 23:29–33). Después de gobernar sólo tres meses, Salum fue depuesto por ese mismo faraón.III. El mensaje a Joacim (Jer 22:13–23). “¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo! Que dice: Edificaré para mí casa espaciosa, y salas airosas; y le abre ventanas, y la cubre